Con el sol que deja caer gotas de luz sobre la columnas
para vestirlas con la realidad de la mañana,
con las sombras que son humo del tiempo y parte de los sueños,
con el silencio que nace en el patio y se derrama en el claustro,
con la piedra que se hace testigo e imagen de una creencia,
surge la reflexión sobre el sentido profundo de la Navidad,
muy alejada de la algarabía vana, de la celebración vacía,
del derroche como único horizonte,
y de la pérdida de la cultura de un pueblo por imposiciones ajenas
que nada tienen que ver con lo que se conmemora.
@Alfredo Vichez
No hay comentarios:
Publicar un comentario