poemas de junio 2019


La noche había guardado el pueblo para sí,
envuelto en sus brazos de tiniebla,
pero, al alba,
un suave grito de luz
pintó poco a poco el horizonte,
y su voz silenciosa
alborotó los cantos de los pájaros.

Sobre el tejado,
la caricia del sol vistió la flor
y la colmó de esa hermosura
que, en la humildad,
es ofrenda para el mundo
y marco insólito de belleza
que se pierde, fugaz,
en un instante.

@Alfredo Vilchez



La voz ausente
fue perdiéndose como el dolor,
y en el vacío del alma
se oyó la voz del mar
como un cántico de inmensidad;
se oyó la voz del viento
como salmo de frondas y de cumbres;
se oyó la voz de los pájaros
como alabanza de vida;
se oyó el grito de la tierra
desde la humildad de la flor.

Y en la serenidad de la noche, 
la ausencia se fue haciendo recuerdo 
perdido en el pliegue de una sonrisa.

@ Alfredo Vilchez


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