Se hizo corta la mirada,
y el alma se abrazó a la cercanía
hundiéndose en la luz,
perdiéndose en la melodía del color,
en la esencia de lo ignorado,
en la maravilla de una perfecta jerarquía,
en el milagro insignificante
que se abre entre los ojos cansados
para mostrar un infinito prodigioso
de innumerables sendas
que pueden llenar de asombro
a quien sepa mirar en torno suyo.
@Alfredo Vilchez
La noche se deshilaba poco a poco
ante el cálido avance de la aurora
Una nueva luz parecía abrirse en promesa
que rompiera inquietudes y desvelos.
¡Quizá ese día terminaría la farsa!
¿Quizá la sensatez se haría camino!
Quiza.
Pero los ojos cansados de su alma insomne
se entrecerraron poco a poco, indiferentes,
hartos de falacias y ambiciones.
@Alfredo Vilchez
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