Cada día,
cuando aún la oscuridad
ocultaba el mundo con su abrazo,
el sueño del camino le abría los ojos.
Con el afrontaba las sombras,
arrancaba paso a paso jirones de noche,
y abría senderos hacía la luz,
hacia su luz,
que iría naciendo del seno de los montes,
del blando gemido de las frondas,
del callado murmullo de los ríos,
y de su inmensa esperanza
de un destino sin límites.
@ Alfredo Vilchez
Por esos campos el dolor y el llanto se arrastran entre las piedras,
la soledad y el silencio visten el aire en calma,
y los deseos en enredan entre los árboles
para buscar un horizonte de esperanza.
@Alfredo Vilchez
En el alba seca de la ciudad dormida
el recuerdo aún presente,
llena lo ojos de horizonte,
el corazón de nieblas,
los pasos de senderos
y el alma de una libertad colmada de paisajes
donde el silencio aturde
y la grandeza intimida
@Alfredo Vilchez
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